El hecho de repetir un número fijo de ciertas súplicas, para que el hechizado vea al autor del hechizo, es una de las bid`ah de la Ruqya
Pregunta: Algunos de los que curan por el Corán, determinan ciertas suras coránicas o un cierto número de súplicas que se dicen, después de realizar dos rak'as, con la intención de que el hombre afectado vea en el sueño al autor del hechizo, el lugar donde está enterrado y la manera de invalidarlo. ¿Cuál es el veredicto legal al respecto?Asimismo, piden leer algunas suras como, la aleya del Trono, sura de Al-Ijlas, y las dos suras protectoras (la de Al-Falaq y la de Al- Nas cien veces utilizando el rosario, teniendo en cuenta que algunas personas oponen este acto diciendo que es una bid`ah (innovación en la religión).También consideran, que el hecho de leer sobre el aceite de neguilla, la miel y la leche o untar por el cuerpo almizcle y agua de rosas, sobre los cuales fueron leídas algunas aleyas coránicas, como bid`ah. Tenga en cuenta que estos medios, gracias a Allah, siempre son efectivos y queman al demonio. ¿Es ésta una manera legítima? ¿O que curar por el Corán es una de las cuestiones que no debemos utilizar sino en la medida mencionada en el texto coránico?
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Número del tomo 1;
Página 97)
Respuesta: El hecho de que algunos de los que curan por el Corán, determinen ciertas suras y súplicas que el hombre hechizado debe leer, después de haber realizado dos rak'as, con la intención de ver al autor de tal hechizo, así como el acto de leer ciertas suras cien veces utilizando el rosario, etc., son unas bid`ah que no tienen ninguna base ni evidencia en el Sagrado Corán ni en la Sunnah del Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él-. Por otro lado, está permitido leer la Ruqya con algunas condiciones, tales como: realizarla solamente por las palabras de Allah (aleyas coránicas), Sus nombres y Sus atributos. En este sentido, está permitido curar por el Corán y por la Sunna según los textos que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él-, leyó sobre sí mismo o sobre sus Compañeros, o por las buenas súplicas que no oponen a la purificada shari'ah (Ley Islámica). Además, hay que realizar la Ruqya en lengua árabe. Tanto el que cura por el Corán como el propio enfermo deben creer que ni la Ruqya ni ellos tienen ninguna influencia ni son los causantes de la recuperación del enfermo, sino que todo sucede por Allah, Perjudicador, Benefactor y Autor de la cura, dado que es Él, el único dueño de las causas y de los efectos. El hecho de leer el Corán o algo de la Sunna al enfermo soplando sobre él, es un hecho comprobado en la noble Sunna a través de la Ruqya que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- leía sobre sí mismo y sobre sus Compañeros. Por otro lado, no está prohibido el hecho de escribir algunas aleyas del Corán en un papel, utilizando agua de rosas o azafrán o algo parecido, sumergirlo en agua y luego beber dicha agua, o leer sobre la miel, la leche, y otros similares, o aplicar sobre el cuerpo almizcle y agua de rosas, sobre que fueron leídas algunas aleyas, ya que es uno de los actos de los Salalf Salih (piadosos predecesores). ¡Que Allah nos conceda el éxito!¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!